El autor era Antonio Cardenal, un rotulista «freelance» muy prolífico durante los 80 en Bilbao. Artesano y autodidacta, tenía su taller en la cocina de casa. Rotulaba a pincel, sin plantillas, y sus diseños eran una síntesis del western que seguramente admiró durante su etapa como proyeccionista de cine.
El autor era Antonio Cardenal, un rotulista «freelance» muy prolífico durante los 80 en Bilbao. Artesano y autodidacta, tenía su taller en la cocina de casa. Rotulaba a pincel, sin plantillas, y sus diseños eran una síntesis del western que seguramente admiró durante su etapa como proyeccionista de cine.